Mejor conocida por su nombre en inglés: runner’s blue, la tristeza del corredor es ese súbito desamor por el running. A veces difícil de describir, que muchos hemos experimentado en algún momento de nuestra historia como corredores populares. Es indiferente si eres un runner novato o con experiencia.

Motivada por muchas razones que comentaremos durante este post. Una de las más frecuentes o más fáciles de reconocer ocurre cuando el deportista se enfrenta a un gran reto. Por ejemplo, una maratón. Durante meses, se entrena rigurosamente para completarla exitosamente.
Y una vez cumplido el objetivo, el runner experimenta en las semanas siguientes una suerte de desilusión. Una especie de apatía que le impide correr a tope de power, un cansancio físico y mental.
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La tristeza del corredor: Cuando tu alegría por correr se va
Algunos lo definen como un «hartazgo de correr». Otros lo llaman la tristeza del corredor. Unos van más allá refiriéndose a ese sentimiento como la «depresión post maratón». El famoso escritor, maratonista y triatleta Haruki Murakami se refiere con mucha precisión al runner’s blue en su libro De qué hablo cuando hablo de correr, y al respecto menciona lo siguiente:
Algo muy extraño se había asentado en lo más profundo de mi ser. No era simplemente que hubiera perdido el entusiasmo por correr. Había perdido algo, pero, al mismo tiempo, algo nuevo había brotado en mi interior de corredor. Y tal vez ese proceso me había provocado esa inhabitual «tristeza del corredor».
Haruki Murakami ~ De qué hablo cuando hablo de correr.
Esa sensación extraña, una mezcla de desgano acompañada con la pregunta: ¿y ahora qué? Que el corredor puede experimentar como una pérdida de motivación. Tal vez tenga mucho que ver con esa necesidad humana de ir constantemente tras un objetivo, una meta.
Pero el runner’s blue no debe ser visto como algo negativo. Puede ser una oportunidad para darnos una pausa y para volver a entrenar con un enfoque diferente. Probar quizás el Mindful Running para establecer nuevamente una conexión con el propósito. Eso que nos motivó a ponernos las zapatillas y comenzar a correr por primera vez.
¿La tristeza del corredor es mala? 🤔
Antes de continuar, es importante aclarar el concepto de la tristeza del corredor. Es un fenómeno que aparece en la vida de los corredores por motivos internos. También puede surgir por motivos externos. Sin embargo, esa tristeza o desazón puede ser una bandera roja. Puede alertar ante situaciones más complejas como la depresión, el estrés o la ansiedad. Si es así, es imperativo buscar ayuda profesional.
La tristeza del corredor no es mala. Malo sería no prestarle atención, o en algunos casos. Desaprovecharla, porque es una forma de autoconocimiento, una oportunidad para crecer como runner.
Hay muchas razones por las que podemos transitar el runner’s blue. Experimentamos una desilusión por no obtener los tiempos que queremos. También hay sobreentrenamiento y la imposibilidad de mejorar el desempeño obtenido en el pasado. Existen muchas otras razones más. Correr no es solo correr ¡es mucho más! E involucra muchos factores físicos y mentales.
Tal vez, para decirlo en pocas palabras, me había hartado un poco de correr. Había corrido ya demasiadas distancias y durante mucho tiempo. O puede que, superada la segunda mitad de la cuarentena. Me estuviera topando, en el terreno físico, con la insoslayable barrera de los años. Tal vez volví a sentir que había rebasado el momento de mi máxima capacidad física.
Haruki Murakami ~ De qué hablo cuando hablo de correr.
Hablamos mucho de la pasión por correr. Discutimos las normas de etiqueta para runners. Es lindo sumar kilómetros y medallas en las carreras. También hablamos del running, etcétera. Pero poco conversamos sobre ese cambio de perspectiva que ocurre cuando nos invade el runner’s blue.
Cuando el running y tú eran los mejores compañeros 🏃🏼♀️
Antes de esa tristeza estamos felices. Corremos con una sonrisa. Estamos dándolo todo en la carrera y sufriendo un poco, si. Estamos rodeados de la gente linda que entiende esta pasión por correr. Escuchando tu música favorita para correr. No podemos estar más que agradecidos con la vida y de poder hacerlo con salud.
Pasan los kilómetros y se acerca el arco de llegada. Lágrimas. Brazos levantados hacia el cielo. Sonrisa para la foto. Tenemos la medalla que sabemos nos hemos ganado con esfuerzo. Nos recuerda la frase: «Que el hombre sepa que el hombre puede».

Pero — de repente — la carrera termina. Ya hicimos esas decenas de kilómetros de entrenamiento. Cumplimos la meta. Nos tuvo enfocados en cuerpo y mente durante por lo menos 8 semanas. Pasada la euforia del corredor, viene acechante y silencioso el runner’s blue.
Junto a él, la pausa necesaria (?) Muchos irán detrás de un nuevo reto, otros experimentaremos esa tristeza del corredor, por algunas semanas o meses. Algunos empezarán a correr sin expectativas propias ni ajenas, y dejarán que el cuerpo descanse. Cada quién vivirá ese proceso de manera diferente.
La tristeza del corredor: dos formas de amigarte con tu Runner’s Blue 💔
Antes de compartir contigo un par de ideas. Para que te acompañen en tu proceso de amigarte con tu runner’s blue particular. Hay que reconocer que no siempre deseamos y debemos correr. A veces, el ritmo desmesurado de nuestras vidas nos obliga a estar siempre ocupados. Esto nos lleva a alcanzar todo tipo de objetivos. Como se mencionó anteriormente.
Tal vez sea bueno para ti no hacer nada por los momentos. Il dolce far niente es restaurador y nos permite descansar. Es una invitación a ser, más que hacer.
O tal vez. Ha llegado el momento que le prestes atención a otras partes del cuerpo que son esenciales para correr: tus pies. Y que te conectes nuevamente con el propósito que te llevó a ser un corredor popular.
✅ Ejercita y fortalece tus pies para correr mejor
Los pies son considerados la principal herramienta de los corredores y aún así, pocos le prestan real atención y la verdad es que:

Todo es cuestión de los pies, no del calzado que lleves.
Bill Bowerman ~ cofundador de Nike
Durante una sesión de running, los pies trabajan bastante. Deben lidiar con el peso del cuerpo en cada zancada. Este peso se multiplica por el impacto y apoyo unipodal del pie en contacto con el asfalto. Quizá haya llegado el momento de que realices trabajos especiales para ellos, aprovechando así tu etapa runner’s blue.
Los ejercicios unipodales son ideales para el fortalecimiento de los pies y equilibrio del cuerpo en general.
La práctica del yoga incorpora muchos ejercicios que enfatizan el apoyo de los pies descalzos en contacto con el suelo. La relación armónica entre: cadera/rodilla/pie mejora el desempeño biomecánico del corredor.
Incorpora varios ejercicios funcionales y de equilibrio a tu rutina. Recuerda que los pies son la base de todo buen corredor. No los olvides.
✅ Conéctate con el corredor que fuiste
Es probable que se te haya olvidado el motivo que te impulsó a ponerte las zapatillas. Quizás la tristeza del corredor haya llegado para que te reconectes con el corredor que fuiste alguna vez. Recuerda ese momento en que todo comenzó. Fue el día que decidiste aprender a correr. Así dejaste que el running entrara en tu vida.
Esa persona súper nerviosa. Que completó sus primeros 5k a su ritmo. Y que con una gran sonrisa — o lágrimas — llegó a la meta. Sintiéndose el ser más feliz del mundo. Aquel corredor no tenía muy claro los términos de carrera. Sin embargo, tenía mucha curiosidad y deseo de aprender todo sobre el running.
Tal vez haya llegado la hora de volver a correr sin GPS. Hazlo más ligero, quizás sin música. Solo escucha tus pies besando el suelo. Presta mucha más atención a lo que está a tu alrededor.

Quizás en ese momento. Cuando conectes con tu propósito como la primera vez. Podrás apreciar un poco más la esencia de correr. Esa conexión contigo mismo. Va más allá de los tiempos, la indumentaria de moda y la foto con medalla en Instagram.
Correr más libres, despojados de artificios. Disfrutando cada paso con conciencia plena e intención.
Estas son apenas un par de sugerencias. De muchas cosas que puedes hacer si no quieres o no puedes correr durante un tiempo. Leer libros de running puede ser otra opción. Hacer ejercicios funcionales para correr con más conciencia y fuerza corporal, otras cosas también que puedes practicar.
Y para finalizar…
La tristeza del corredor no es algo que se comparta frecuentemente en una red social. Sin embargo, hay excepciones. Comparte lo que sientes. Quizás haya otros corredores pasando esa misma tristeza. Únelos a la conversación recomendándoles este post. Es una etapa que hay que experimentar sin juzgarnos.
Posiblemente sea una señal de que hay que parar de correr para hacer otras cosas. Quizás te hayas excedido en los entrenamientos. Quizás necesites correr sin estrés. Tu mente te está alertando a que escuches más tu cuerpo. Corre más por sensaciones. No te enfoques tanto en los resultados.
Haz cosas relacionadas al running. Lee e investiga sobre el tema. Dale un giro a tu relación con él. Presta atención a otras disciplinas deportivas completamente diferentes.
Date tu tiempo, vive y sonríe más. Corre cuando tengas ganas. Los kilómetros recorridos son tuyos. Las medallas, lágrimas y sonrisas son la recompensa que el running te ha otorgado. Pon un pie delante del otro, así como empezaste aquella vez. Sin prisa pero sin pausa. En algún momento le dirás ¡chau runner’s blue! Ha llegado la hora de salir a correr y de decir no pienses, corre más.
Y ahora siento como si. Por fin, empezara a salir de esa bruma que es la «tristeza del corredor» y que tanto tiempo ha durado. Todavía no la he atravesado del todo, pero percibo indicios de que algo nuevo se está gestando.
Haruki Murakami ~ De qué hablo cuando hablo de correr.
Volverás a correr bajo la lluvia o el pleno sol con una perspectiva diferente. Saldrás fortalecido. Te darás cuenta de que correr forma parte de tu vida. Te sentirás agradecido por el tiempo que te tomaste. Reflexionarás sobre lo que aprendiste de ti y mucho más.