En la práctica deportiva no profesional, los wearables y apps de fitness son los elegidos. Se utilizan para hacer el seguimiento exhaustivo de la actividad física del día a día. Pulseras inteligentes, smartphones y relojes con GPS son nuestros “aliados” en el camino de la salud. Pero… ¿Qué pasa cuando nos obsesionamos con los datos del entrenamiento?

Los números construyen el camino hacia la obsesión. «En lo referente al ejercicio físico, todo se puede medir. Las calorías que has quemado, las vueltas que has dado. La velocidad a la que corres, las repeticiones que haces, los pasos que das. Y si ayer hiciste dos kilómetros, por ejemplo, hoy no querrás hacer menos. Te vuelves bastante compulsivo.»
Leslie Sim ~ Experta en adicción al ejercicio físico.
En una sociedad donde impera «la cultura del objetivo» los dispositivos pueden ser de gran ayuda para lograr los propósitos. Sin embargo, muchos opinan que llevar encima los wearables. (la tecnología para vestir) y apps de fitness solo les ha producido ansiedad y en ocasiones, desamor por el running. También, les ha causado vergüenza por estar constantemente detrás de objetivos.
Quizás sea un enfoque errado pensar que vigilando cada aspecto de nuestro entrenamiento, estaremos más cerca de la meta propuesta. También es probable que en el camino le hayamos dado más importancia a generar datos en la app.
Tabla de Contenidos
Wearables y apps de fitness: de la opción a la obsesión
La tecnología para vestir o wearables ha dado al campo de la salud avances importantes. Tenemos la posibilidad de medir nuestra actividad diaria. También podemos conocer datos a través de apps en teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos.
Un aspecto positivo de los dispositivos es que han motivado a muchas personas a levantarse del sofá. Han comenzado a realizar actividad física. Las tecnología para vestir ha sido un impulso inicial para empezar a hacer ejercicio.
Sin embargo, nuestra motivación no debe atarse solo de la data digital. No debe depender de los sonidos o la vibración que emiten un trozo de plástico alrededor de nuestra muñeca. Esto es especialmente importante cuando estamos dando nuestros primeros pasos en el running. Urge ser un corredor más libre.

Si nos fijamos en los estudios sobre las tecnologías vestibles, observamos un enorme índice de abandono. Por si solos, los datos no bastan. Somos humanos, necesitamos algo más que datos.
Kayla Matheus ~ Irresistible, ¿Quién nos ha convertido en yonquis tecnológicos? Adam Alter.
El uso de relojes con GPS. O aplicaciones para registrar los entrenamientos durante la preparación para una competencia tiene un objetivo muy específico. Este objetivo está limitado en el tiempo, con un inicio y un final. No se compite todos los días del año.
Por ello, durante los meses que dure el entrenamiento, los dispositivos son una herramienta de trabajo más. No obstante, no son la única herramienta. También sirven para saber cómo le irá al corredor el día de la prueba. No tiene nada de malo usar la tecnología, wearables y apps de fitness, al mismo tiempo recuerda:
Cuando compitas, compite. Cuando entrenes, entrena. Pero no entrenes compitiendo.
El problema quizás sea la dependencia que nos generan esos dispositivos inteligentes. Los patrones oscuros de algunas aplicaciones son muy preocupantes. Han sido creadas para medir nuestros pasos, kilómetros, calorías, sueño y demás ¡durante las 24 horas del día!
La moderación quizás sea la clave. Ya que está comprobado que utilizarlos de forma obsesiva, nos aleja de lo que hoy se conoce como bienestar digital. Hay que recordar que usarlos debe ser una opción, no una obsesión.
El lado oscuro de las aplicaciones de fitness y running
Cuando nos registramos en una aplicación de running para nuestro smartphone debemos estar conscientes que entramos en una competición. Las aplicaciones de fitness son redes sociales. Operan con los mismos sistemas de recompensa que pueden tener Facebook o Instagram.
Las frases inspiradoras de las redes sociales nos recuerdan que debemos ir más despacio. Practicar la atención y respirar profundamente. Al mismo tiempo, se nos pide que nos registremos. También, debemos hacer un seguimiento de los progresos. Además, tenemos que responder constantemente a las notificaciones.
The Dark Side of Fitness Tracking ~ Caroline Cox ~ Elemental
Por ello, muchos corredores hemos dejado de usarlas. Al principio, parece una buena idea. Se guardan nuestros entrenamientos. Llevamos un control de los mismos y podemos compartir nuestros logros con los demás en la app. Y de paso, hacerlo en otras redes sociales.
Pero con el correr del tiempo, el sistema de desafíos, recompensas y logros digitales comienza a obsesionarnos. Si un día nos sentimos cansados, igual salimos a correr porque es el «Sunday Sunny Running». Hay que hacer la cantidad de kilómetros que hemos organizado para hacer durante el mes.
Caemos en un círculo que puede atentar en contra de nuestra salud y nos ata al uso de una app. Ese es el lado oscuro de los wearables y apps de fitness, en donde somos datos compitiendo con otros datos. Donde compartir de inmediato la ruta de entrenamiento en Instagram es más importante que estirar, o incluso, ¡beber agua!

Wearables y apps de fitness: controlemos su uso, sin abuso
La propuesta es simple. Apostemos un poco más a ejercitarnos con mayor autonomía y menos dependencia de los dispositivos electrónicos.
Pero ¡Atención! No es en lo absoluto un intento de ir en contra de la tecnología, pero si hacerla más humana. Recuerda que necesitamos — y somos — algo más que números y datos. Por ello, toma en cuenta lo siguiente:
✅ Más profesionales de la salud, menos apps
Otorgarle la responsabilidad y el control de nuestro entrenamiento a una aplicación, dificulta que prestemos atención. Ignoramos a las personas que realmente nos pueden ayudar. Estas personas son los entrenadores personales, médicos, especialistas y profesionales del ejercicio físico.
Ellos poseen el conocimiento necesario para evaluar y diseñar un entrenamiento. También pueden planificar una dieta o tratamiento acorde con nuestras necesidades. Todo esto lo hacen de una manera más real y personal.
✅ Entrena sin el control de una aplicación
¿Cuándo fue la última vez que saliste sin una app que te “cantara” los kilómetros? Quizás sea la hora de volver a correr por sensaciones, correr sin expectativas propias ni ajenas. Escuchando simplemente tu respiración, el contacto de tus zapatillas sobre el suelo y disfrutando plenamente del recorrido.
Porque correr sin dispositivos electrónicos de vez en cuando, nos permite poner la atención en nuestro cuerpo. También nos ayuda a dar atención al momento presente. Convirtiéndonos en corredores más conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor.
Cuando vemos los dispositivos como una herramienta más, no la única, comenzamos a ver las cosas diferentes. No le cedas todo el control de tu entrenamiento a una aplicación.
✅ Dale un descanso a tu reloj o pulsera inteligente
Limitar el uso de los wearables nos permite también recuperar el control de nuestra vida. Desconectarnos para encontrar algo más. También nos ayuda a reducir los niveles de ansiedad causados por el logro constante de objetivos. La necesidad de saber en todo momento el estado de nuestra salud puede ser perjudicial. Este hábito puede ser todo lo contrario a lo que se considera saludable.
Aquellos que llevan pulseras de actividad terminan atrapados en un ciclo de intensificación. Puede que la semana pasada la meta deseada estuviera en diez mil pasos, pero esta semana esta en once mil. La semana que viene estará en doce mil y luego catorce mil.
Esta tendencia no es sostenible en el tiempo. Pero muchas personas se fuerzan a pesar de sufrir fracturas por sobrecarga u otras lesiones graves. Para obtener el mismo subidón de endorfinas, que unos meses atrás. Obtenían con un ejercicio más moderado.
Irresistible, ¿Quién nos ha convertido en yonquis tecnológicos? ~ Adam Alter.
He conocido personas que sienten vergüenza por su apego a los wearables. Incluso se avergüenzan de que otros noten que llevan puesta una pulsera de actividad. Si te sientes ansioso, quizás sea la hora de guardar ese dispositivo en un cajón. Establecer una distancia física te ayudará a dejarlo de lado.
Wearables y apps de fitness: usando con moderación, la tecnología a nuestro favor
De lo bueno, poco. La tecnología para vestir genera datos que sabemos pueden ser positivos o negativos para nuestra salud mental. Si estás en el grupo que a menudo persigue objetivos inalcanzables. Quizás una opción sea usar los dispositivos de otra manera.

La autorregulación es otra clave, pero no funciona para todos. Si tu motivación depende de un dispositivo electrónico y necesitas saber cada dato que genera tu actividad física. Y eso afecta tu alimentación y la relación con tu cuerpo. Es hora de buscar información de calidad y ayuda profesional.
Vistas como herramientas digitales de gran poder, los smartphones, aplicaciones y wearables están presentes en la vida de muchas personas. Detrás de cada dispositivo electrónico hay miles de profesionales. Estos expertos idean formas de hacerlos más adictivos e imprescindibles. No seamos presa fácil de los patrones oscuros del diseño UX.
Repito, la moderación es una de las herramientas con las que contamos. Y si no puedes moderar su uso, no es tu culpa. Mientras exista una industria tecnológica. Esta industria busca sacar ventaja de nuestras debilidades. Siempre busca nuevas formas de secuestrar nuestra atención. No podremos ser libres del todo.
Una tecnología más humana es posible, mientras llega, seamos más cuidadosos y críticos. No le demos poder a los artificios digitales. Somos más que números en un dispositivo. Seamos más aliados de lo que nos hace bien. No nos aliemos con aquello que nos causa ansiedad, vergüenza, dependencia y obsesión por los likes.