Nuestros hábitos digitales hablan mucho de nosotros, pero no nos definen completamente. La forma en que utilizamos los dispositivos digitales hoy en día merece muchas reflexiones. Pero, ¿Cuándo nos volvimos tan dependientes de la tecnología? Esa es la pregunta que muchos nos hacemos. La formulamos al comprobar — con verdadero terror — . La cantidad de horas de uso que le damos a nuestros smartphones.

Por ello, no basta con aplicar las herramientas de bienestar digital que nos proveen los sistemas operativos. Tampoco es suficiente aplicar las apps para regular el uso de nuestros teléfonos. Urge comprender cuáles son los hábitos digitales que nos hacen mal y que roban nuestro tiempo. Pues a muchos nos preocupa a quién les estamos cediendo nuestra atención. El détox digital es necesario para la salud mental.
Pasamos horas scroleando en Instagram. Luego, nos aterramos con las fake news de X (Twitter). Muchos de nosotros esquivamos ciertos trucos. Sin embargo, caemos en los patrones oscuros del diseño UX. Estos están especialmente diseñados y estudiados. Su objetivo es confundir a los usuarios cuando compran online. También buscan confundirnos al registrarnos en una app o en cualquier red social.
Somos adictos. Nos obsesionamos con el correo electrónico, los «me gusta» en Instagram. Y la actividad en Facebook; vemos capítulos de series sin descanso. Y pasamos una media de tres horas al día absortos en nuestro smartphone.
Irresistible, ¿Quién nos ha convertido en yonquis tecnológicos? – Adam Alter
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Los hábitos digitales no tan saludables
Antes se decía que un hábito se asimila en 21 días. Sin embargo, estudios afirman que se necesita más tiempo. Por ende, y según los expertos, serían 66 días los que necesitaríamos para incluir una actividad en nuestra rutina.
Hay hábitos digitales que construyen, y otros, que no ayudan para nada a crecer. Por eso, aprovecho este espacio para mencionarte algunos comportamientos digitales no tan saludables. Que nos afectan a todos, y por lo tanto, quizás, es muy probable que los reconozcas.
La información es poder. Si sabemos lo que nos hace mal, podemos cambiar o moderar los hábitos digitales que hemos adoptado en el tiempo. Es sano darse cuenta de que el bienestar digital es una responsabilidad y un derecho.
Con conciencia plena y paciencia, dejaremos atrás los comportamientos que nos quitan la paz. Como por ejemplo, estos dos hábitos digitales, no tan saludables:
Hábitos digitales: Escrolear como zombi 🧟
Conocido en la blogósfera como Zombie scrolling syndrome. Revisar fotos, tuits y dando likes de forma compulsiva. Sin pensar y en automático, es un acto común. Es una costumbre que puede pasar por encima. Sin embargo, puede robarte horas de sueño y tranquilidad mental.

Es fundamental que te preguntes ¿Cómo es tu relación con el smartphone? que tienes en tus manos, y no al revés. Los diseñadores de dispositivos móviles se han valido del concepto lúdico de las máquinas tragamonedas. Este concepto les permite estar — como jugadores de casino online — haciendo refresh constantemente. Usamos nuestros dedos en la pantalla del celular o tableta en búsqueda de fotos, información y más allá.
Greg Hochmuth. Uno de los ingenieros fundadores de Instagram, se dio cuenta de que estaba construyendo una máquina de hacer adictos. «Siempre hay un hashtag en el que clicar —decía—. Y luego cobra vida propia. Instagram, como muchas otras plataformas de las redes sociales, no tiene fin.
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Te afecte o no, este es uno de los problemas más frecuentes en los usuarios de dispositivos digitales. Podría tratarse de un TOC moderno. Desbloqueas el teléfono para mandar un mensaje importante y luego, abres las redes sociales para revisar “un ratito nada más”. Mentira.
¿Cómo puedo dejar de ser un Zombie scrolling?
No es nada sencillo, porque las apps están diseñadas para que tú vivas prácticamente metido en ellas. Yo te confieso que tuve que dejar Instagram y X por ese motivo. Nunca quedaba conforme y escroleaba todo el rato, perdía tiempo valioso y eso me hacía sentir muy mal.

pero no tienes porqué ser tan radical como yo, no tienes que abandonar las redes sociales completamente. El hábito digital de escrolear se puede moderar de varias formas, te comparto dos de ellas:
- Cuando estés aburrido, no agarres tu smartphone. Haz otra cosa que no tenga que ver para nada con lo digital. Beber agua o observar tu entorno te ayudará. Puedes escribir, leer sobre creatividad y meditación, o simplemente respirar profundamente. Hacer esto evitará que caigas en el hábito de mirar fotos sin un propósito.
- Toma conciencia del tiempo que le dedicas a revisar tu timeline. No se trata de dejar de usar el smartphone, sino de controlar su uso y recuperar tu atención. Designa un tiempo para cada aplicación. ¡Lo sé, no es fácil! Pero poco a poco, se convertirá en un hábito saludable.
Hábitos digitales: Los atracones de series 🤢
El binge watching o atracón de series es la práctica de ver muchos episodios de una serie de forma consecutiva. En una entrevista de mercadeo, se halló que el 61% de los entrevistados. Que eran más de tres mil norteamericanos adultos, se daba su dosis de maratón de series particular. Muchos definieron el binge watching como «ver entre dos y seis capítulos seguidos de un programa de televisión».

Yo confieso que me veo hasta dos capítulos continuos. Sin embargo, apelo a mi necesidad de tener un mejor dormir. Para evitar la interminable cadena de episodios. Las empresas streaming de contenidos audiovisuales on demand programan uno tras otro.
“Si lo piensas bien, cuando ves Netflix y te enganchas con una serie, te quedas despierto hasta tarde viendo capítulos. De verdad, nuestro verdadero competidor para que la gente siga viéndonos es el sueño”.
Reed Hastings, CEO de Netflix.
Y es que ver un capítulo detrás de otro no está mal si tienes el tiempo disponible para ello. Pero si sacrificas las horas de sueño para tal fin, allí puedes estar creando un hábito digital poco saludable. El sueño no se recupera y si no se duerme bien, podemos perder nuestra calidad de vida.
Y por ende, nuestra salud física y mental. La luz azul de las pantallas de los dispositivos digitales hace difícil que podamos tener un descanso de calidad. Cada vez se duerme menos y por ello, debemos tener hábitos saludables antes de dormir. Por ejemplo, apaga el smartphone dos horas antes de irnos a la cama. También, ten cuidado de no encadenarte con la función de reproducción automática de Netflix.
¿Cómo puedo librarme del binge watching?
Hay varias formas de moderar ese hábito de ver varios episodios en cadena. Pero siendo sinceros, no es tan fácil. Debemos enfocarnos en nuestra autorregulación. Hay que ejercer defensa propia. Así evitamos perder nuestro descanso delante de una pantalla digital. Por eso, hay que prestar atención y aprender a desconectar.

Las series están diseñadas para que en cada capítulo y durante los minutos finales. La persona tenga una dosis de suspense. (La mano del asesino, un secreto por fin revelado, etc.) Eso genera la necesidad de conocer lo que va a pasar. Y ver enseguida otro capítulo, para saber cómo sigue la trama.
- Para evitar el atracón, muchos dejan de ver el capítulo antes del poderoso suspense. Suena extraño si, pero a muchos les ha funcionado. Dejan para otro día el final del capítulo y ven el que le sigue.
- Alternar series es una forma de no quedarte enganchado solo con una. La autorregulación es importante. Piensa en lo buena que es y que no deseas que se termine tan rápidamente. Recupera la emoción de las series de cable; en donde había que esperar una semana para ver el próximo capítulo.
Hábitos digitales: Ansiedad y miedo
La tecnología ha cambiado nuestra vida para bien. Por eso, decir que todo en ella es negativo sería un gravísimo error. Tal vez estés pensando que soy algo tecnófoba en este punto del artículo. Pero no, no es así.
Solamente deseo que tengamos una tecnología más centrada en el humano y cada vez menos adictiva. Espacios digitales en donde podamos sentirnos más seguros, donde seamos realmente clientes y no el producto. Lejos de la división, la depresión y la dependencia.
El lado oscuro de las redes sociales ha creado cambios en nuestros hábitos. También ha generado nuevas ansiedades y miedos que atentan contra nuestra salud mental. También ha generado nuevas ansiedades y miedos que atentan contra nuestra salud mental. Hoy te presento dos: la nomofobia y la amnesia digital.
✅ La nomofobia
La nomofobia es ese miedo irracional a estar sin tu smartphone. Me atrevo a decir que todos lo padecemos. Lamentablemente, los teléfonos inteligentes se han convertido ya en una parte de nosotros mismos.
Basta con darnos cuenta de que no lo tenemos para que se disparen todos los estresores. Estamos tan atados a él. Ese miedo a perder la información quizás esté motivado por el hecho de que nos hemos acostumbrado a no memorizar. No recordamos absolutamente nada.
✅ La amnesia Digital
¿Recuerdas de memoria el número telefónico de tu trabajo? Es probable que no, al igual que otros datos que tienes solo en tu smartphone. Actualmente, todos vivimos una suerte de amnesia digital.
En el año 2000. Microsoft Canadá publicó un informe donde afirmaba que el período de concentración del humano medio es de doce segundos. En 2013, esa cifra se había reducido a ocho segundos. Según Microsoft, en comparación, el período de concentración de un pez de colores es de nueve segundos.
«La concentración humana está menguando», decía el informe. El 77% de las personas en edades de dieciocho a veinticuatro años afirmaban que cogían sus teléfonos primero. Lo hacían antes de hacer cualquier otra cosa cuando nada más está pasando. El 87% dijo que a menudo se abstraía viendo capítulos de series de televisión de principio a fin.
Irresistible, ¿Quién nos ha convertido en yonquis tecnológicos? – Adam Alter
Nuestra atención es frágil. La memoria a corto plazo cada vez es más débil. Estamos inquietos, estresados y en la búsqueda de la evasión rápida y fácil. ¿Podemos romper con ese espiral de hábitos digitales no saludables? ¿Quizás la respuesta sea el minimalismo digital?
Yo estoy segura que sí, no será fácil, pero debemos poner de nuestra parte. Un día a la vez, dando valor al presente y siendo más conscientes de nuestro entorno no digital.
Los hábitos de desconexión digital se apoyan en nuestras actividades analógicas. Como caminar, correr, leer libros de papel, conversar con una persona cara a cara, y más.
Conectar con la gratitud es importante. Debemos mirar más adentro de nosotros mismos. También, hay que buscar siempre herramientas que nos ayuden a ser más libres. Y a no depender tanto de las apps y webs que roban nuestro tiempo.
 
				 
	
