¿Las redes sociales hackean nuestro cerebro? Es una pregunta que muchos científicos se han hecho durante años, y además, el motivo de muchos estudios. El tema está en auge y nos preocupa. Es importante entender el motivo detrás del impacto de las redes sociales. Porque afecta nuestro tiempo y nuestra atención.

Tabla de Contenidos
Te doy algunas razones para que tú mismo puedas responder esta pregunta 🤯
¿Por qué prestamos atención a los likes? o ¿Qué hace que seamos tan sumisos a la mirada digital ajena? Hay muchas preguntas que no podrán ser desarrolladas aquí. Sin embargo, deseo que esta información sea una invitación para que tú puedas considerar investigar mucho más sobre el tema.
Nuestro cerebro es un órgano maravilloso, pero, ¿Qué pasa cuando no podemos dejarlo descansar? Estamos haciendo muchas tareas a la vez. Nuestra mente está a mil por hora. Aún así, no nos alcanza el tiempo.
Este post tiene un objetivo. Es mostrar solo 6 razones por las que podríamos considerar que las redes sociales hackean nuestro cerebro. Pero antes, te voy a hablar de un par de cosas. Primero, de la tecnología de influencia social. Luego, de The Center of Human Technology.
¿Qué es la tecnología persuasiva o influencia social? 📱
La tecnología persuasiva se refiere a la tecnología creada para dirigir el comportamiento de las personas. Utiliza elementos de atracción. Basada en estudios y teorías de la psicología experimental o conductista; estudia la influencia social entre personas. Además de la interacción de usuarios y dispositivos.
No es considerada como extorsiva. Sin embargo, la tecnología persuasiva sí genera cambios en nuestros pensamientos. También afecta nuestros sentimientos, motivaciones y nuestra atención. Esa persuasión es aplicada al marketing, la política, la religión y las redes sociales. No hacemos clic en un botón por azar, tampoco pasamos horas en Instagram porque si.
Las redes han creado una generación global de personas basado en la manipulación. A esto le han llamado “Tecnología persuasiva”. Funciona como las máquinas tragamonedas de los casinos. Te crean un hábito inconsciente para programarte a un nivel tan profundo que ni siquiera te das cuenta.
Tristan Harris, The Social Dilemma.
Center of Human Technology
Detrás de cada dispositivo digital, hay muchas personas. Están diseñando cómo mantenerte conectado a las redes el mayor tiempo posible. Haciendo clics, o dando likes al por mayor.
¿Y eso por qué? Porque esas plataformas hacen negocio con nuestro tiempo, y de a poco van secuestrando nuestra atención. ¿Te has preguntado alguna vez cuántas horas pasas viendo noticias en tu smartphone?
Muchas de esas personas del ecosistema tecnológico están alzando su voz. Algunos están muy arrepentidos. Hablan sobre el daño que le hace a nuestro cerebro la hiperconexión. Tristan Harris es uno de ellos.
Harris es un exempleado de Google, en donde ejercía el cargo de Diseñador Ético y Filosófico. Él se unió a tecnólogos y otros exempleados de Google. Juntos, Apple y Facebook crearon el Center o Human technology (Centro para una Tecnología Humana).
El Center of Human Technology es una asociación. Junto a Time Well Spent, busca concientizar acerca de los problemas del uso excesivo de la tecnología. Hace algun tiempo, su trabajo tuvo mayor repercusión. Esto fue por el documental de Netflix The Social Dilemma (el dilema de las redes sociales).
Quiero que entiendas que el objetivo de analizar esto no es demonizar la tecnología y mucho menos convertirnos en tecnófobos.
Sino de reclamar a las plataformas de Internet el punto de equilibrio entre la tecnología y el bienestar digital. Somos más que datos, merecemos una tecnología más enfocada en el humano como usuario y no como producto.
Cómo las redes sociales hackean nuestro cerebro
No es nuestra culpa. Pero sí es nuestra responsabilidad generar cambios y actuar. Debemos evitar que le saquen provecho a nuestra vulnerabilidad. Manteniéndonos atados a los ladrones de tiempo digital. Las redes sociales no crearon la predisposición a tener comportamientos repetitivos, pero si se han aprovechado mucho de ellos.
Las 6 razones por las que las redes sociales hackean nuestro cerebro están disponibles en inglés. Puedes encontrarlas en esta página del Center of Human Technology. En este blog, las comparto en castellano. Hago algunos aportes para que juntos podamos darnos cuenta de que esto no es ciencia ficción.
Nada es gratis en Internet. Pagamos esas herramientas “gratis” con nuestros datos y nuestra atención. Y esa atención está cada vez más débil.
🔴 6 razones para considerar que las redes sociales hackean nuestro cerebro 🔴
Conoce las seis razones. No solo los expertos, sino también nosotros comenzamos a notar los cambios significativos. Nuestros hábitos digitales han estado provocando estos cambios en nuestra atención. También afectan nuestra concentración. Porque no solo las redes sociales hackean nuestro cerebro, también nos roban el tiempo.
Esas horas de inercia en las redes sociales es un tiempo que no regresa. Poco a poco vamos perdiendo la oportunidad de crear fuera de lo digital.
1️⃣ Las redes sociales hackean nuestro cerebro porque hacen que lo trivial parezca urgente

Nuestra atención es fugaz y nuestro cerebro tiene que reconocer qué es importante. ¿Cómo lo hace? Mediante la red de relevancia del cerebro. Esta red incluye la ínsula anterior del sistema límbico. También abarca la corteza cingulada anterior dorsal, que forma parte del lóbulo frontal.
La saliencia es “la capacidad de relacionar las funciones cerebrales de integración”. Señala el momento en que el cerebro debe dirigir sus recursos a una nueva fuente externa. También se activa para alertarnos de las amenazas y las oportunidades.
¿Qué activa constantemente la red de saliencia? Los avisos en forma de círculos rojos y luces. Además de la función de vibrar del smartphone.
Los avisos de la redes sociales actúan como falsas alarmas. Ellos llaman la atención. De este modo, algo nuevo y sin importancia se considera urgente.
📍 ¿Cómo neutralizar este hackeo a nuestro cerebro? 📍 Y darle importancia a lo que realmente si merece tu atención:
Para evitar esta saturación, desactiva las notificaciones. Usa solo las que realmente sean importantes. Tenemos la necesidad de contestar mensajes, ver cuentas y dar likes. Otra opción es aplicar las herramientas de bienestar digital de tu smartphone, para inhabilitar notificaciones a determinadas horas del día.
2️⃣ La tecnología persuasiva te impulsa a la búsqueda de objetos relucientes
¿Te ha pasado que deseas algo con todas tus fuerzas? Cuando lo tienes en tus manos, la sensación se esfuma rápidamente. No es un sentimiento ajeno, a muchos nos pasa.
La tecnología persuasiva nos lleva a buscar el próximo objeto reluciente. Examinamos la nueva app que va a cambiar nuestra vida, de compras o leyendo noticias. Y en eso pasamos las horas delante de nuestras pantallas. Somos más consumidores que creadores.

Sin querer, caemos en una suerte de bucle de búsqueda. Nos sentimos «absorbidos por la luz». Somos protagonistas de la obra de la artista británica Gali May Lucas.
¿Te sientes identificado? Mucho de eso que nos pasa está relacionado con el circuito cerebral implicado en el deseo. Este circuito es el sistema dopaminérgico mesolímbico. ¡Sí! Las famosas dopaminas, que son más potentes que el circuito cerebral implicado en el disfrute.
La tecnología de influencia social usa ese deseo de búsqueda para enganchar. Las redes del deseo se hacen más sensibles, por ello, nuestra tolerancia aumenta. Necesitamos más, nos volvemos adictos.
Deseamos algo, pero cuando lo obtenemos, el disfrute es efímero.
📍 ¿Cómo neutralizar este hackeo a nuestro cerebro? 📍 Y que ese comportamiento de explorador digital no nos haga tanto mal. Eso depende de muchos factores.
Algunas personas podrán aplicar la autorregulación. Ellos controlan su relación con el smartphone. Muchos necesitaremos buscar ayuda externa. Otros jamás caerán en cuenta del tiempo que pasan mirando pantallas.
3️⃣ La distracción nos mantiene en «modo multitasking»
La capacidad de nuestra mente es asombrosa. Las redes sociales hackean nuestro cerebro. Sin embargo, «miles de millones de neuronas mantienen trillones de “conversaciones” entre sí». Estas neuronas activan grandes redes de nuestros cerebros para ayudarnos a lidiar con las demandas de la vida moderna.
Trabajo, familia, economía, malas noticias, avisos, etc. Y en tiempos de pospandemia, esas demandas sin duda se han multiplicado. La fatiga de Zoom y la falta de sueño nos aleja del balance.

Estamos siempre en modo multitarea, mientras escribo esto, estoy lidiando con las distracciones que tengo a mi alrededor. Somos criaturas que nos despistamos muy fácilmente. El período de concentración promedio es de 8 segundos. Por ello, nuestra atención está siempre comprometida.
Cuando tu pasas de una tarea a otra, se genera algo llamado “residuo de atención”. En este estado, los pensamientos de la tarea anterior se mezclan con los de la tarea actual. Los comportamientos de las redes sociales hacen que estemos siempre en modo multitarea. Afectando tus emociones y «merman la activación de las regiones de control cognitivo prefrontal de tu cerebro».
Investigadores de la Academia Nacional de Ciencias descubrieron que la multitarea está asociada a cambios en la función cerebral. Estos cambios incluyen mala memoria y violencia.
Pero 📍¿Cómo neutralizar este hackeo a nuestro cerebro? 📍 Utilizando herramientas de productividad y de atención plena (mindfulness). Estudios científicos afirman que meditar genera cambios positivos en nuestro cerebro.
4️⃣ Muchas noticias en RR. SS. Potencian tu miedo y ansiedad

¿Sabes qué es el sesgo de negatividad?
Es el fenómeno psicológico donde nuestro cerebro procesa la información negativa más rápido que la positiva. De allí viene la frase: «lo malo es más fuerte que lo bueno».
Desde el punto de vista evolutivo, el hombre estuvo siempre alerta a esos estímulos negativos con el propósito de sobrevivir. Hoy en día no estamos expuestos a que un animal salvaje nos devore.
Pero si, a una gran cantidad de temas en las redes sociales. Por ello (y muy lamentable) las noticias que generan indignación, miedo y asco se hacen más virales que las positivas.
¿Cómo te sientes después de leer tuits o noticias? Seguramente tu ánimo se viene a menos, te sientas triste o con miedo. Las redes sociales se alimentan de la indignación.
Extraños gritando a través de pantallas, en líos con la ansiedad a tope. Demasiados retuits de noticias falsas y anclados a sentimientos negativos. Que hacen mal y que nos hacen perder un poco de fe en la humanidad.
📍¿Cómo neutralizar este hackeo a nuestro cerebro? 📍 Elige a qué dar atención. No creas todo lo que lees y mucho menos, hacer retuit sin saber la fuente original. Debes actuar en defensa propia, huyendo de los estímulos negativos que disparen tu miedo. Una dieta digital puede ayudarte a poner una distancia mental de esos contenidos.
5️⃣ Las redes sociales nos mantienen en un estado de comparación social
Esa profunda necesidad que todos tenemos de medirnos con los demás no fue un invento de la tecnología. Tampoco fue creado por los CEO de Facebook, Tik Tok o Instagram. Simplemente potenciaron esa debilidad ancestral que todos tenemos de ser queridos y aceptados. La valía depende de la mirada ajena, y en lo digital, eso se ve más. En forma de gente que sigue a otros, manitos arriba, obsesión por los likes y mucho más.

Tenemos una autoestima frágil y en los laboratorios de las empresas de redes sociales lo saben. Porque según los estudios de neurociencia «la corteza prefrontal de nuestro cerebro da prioridad a la información sobre nosotros mismos». Por ello, en nuestro feed las apps nos muestra recuerdos y eventos. La selfie es popular y los algoritmos lo saben.
Pero ¿Qué pasa con los niños y adolescentes? La generación like, depende de un algoritmo, y eso no es justo. Si a nosotros como adultos nos afecta, a ellos mucho más.
Seguramente estás consciente de que ese patrón nos ponen a la vista imágenes de personas viviendo una vida perfecta. Y en el fondo sabemos que no es real, que nadie muestra lo malo en Instagram, solo lo ideal.
📍¿Cómo neutralizar este hackeo a nuestro cerebro? 📍 Mientras estemos alejados de las redes que intensifican esos comportamientos mejor. Pero es difícil dejarlo todo. El minimalismo digital puede ser una opción.
6️⃣ Las redes sociales hackean nuestro cerebro y te mete en una burbuja digital
Creemos que todos vemos los mismos contenidos, pero no es así. Los algoritmos de software nos muestran data similar a nuestros intereses, hace un patrón de la información y filtra otra. Sabe lo que nos gusta y lo pone a la vista en nuestras redes sociales. Esto se traduce en mayor tiempo de uso de pantallas. Creamos datos y pagamos con nuestro tiempo. Y ellos hacen dinero con nuestra atención.

Vivimos en una suerte de burbujas digitales. Las personas de la foto de arriba están ojeando sus redes sociales pero ninguna está recibiendo la misma información. Todos nosotros vemos una versión de la realidad que se personaliza según el rastro que dejamos en Internet. Esto potencia la polarización mediante lo que se conoce como sesgo de confirmación.
El sesgo de confirmación es «la tendencia a favorecer la información que confirma las propias creencias. También incluye buscar, interpretar y recordar dicha información. Se da desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas».
Es decir, cuando tenemos un punto de vista en particular, nos gusta cierta información, por otro lado, rechazamos otra. Un ejemplo es la red social de X (Twitter). Completos desconocidos podemos pasar el día peleando por cosas que no están a nuestro alcance. Estas no las podemos resolver.
Contradecir a la manada digital nos atemoriza, porque nuestro cerebro es terriblemente sensible a la exclusión social.
Por ello, es más cómodo meterse en la caja para encajar, aunque a veces no estemos tan a gusto. Las redes sociales profundizan la grieta. Nos aíslan. Nos muestran en nuestras pantallas solo lo que queremos o lo que quieren que veamos.
📍¿Cómo neutralizar este hackeo a nuestro cerebro? 📍 Sigue en redes sociales a gente con la que no estás de acuerdo. Esto te dará una visión más amplia de la información.
Lee medios de comunicación sin agendas ocultas. Te hará salir de esa cómoda burbuja en la que te tienen los algoritmos. (Que te imponen a seguir personas con tus mismo intereses, las noticias y publicidad pagada, etc.)
No te quedes con lo que te muestra la app, ve más allá. Tenemos que aspirar a ser más atentos y menos cómodos, a la hora de elegir qué hacer.
Conclusiones ✨
¿Las redes sociales hackean nuestro cerebro? Esa respuesta la dejo abierta. He puesto las cartas sobre la mesa. Lo hice con el único propósito de que juntos podamos ver hacia dónde estamos llevando nuestra atención. Juntos podemos analizar nuestros pensamientos y acciones.
El tiempo es limitado, nuestro cerebro es una máquina maravillosa y compleja. Entonces, no cedamos a las redes sociales lo más valioso que tenemos: tiempo, vida y atención. No dejemos que hackeen nuestro cerebro, y menos, que nos roben la tranquilidad mental.
«Donde pones tu atención, por ahí va tu vida».